Y volví a mirar al techo.
Pensando en que me dolía quererla, me dolía que haya sido ella a la que había elegido querer después de tanto tiempo. Me dolía su Carpe Diem, yo no sabía vivir el momento.
Me dolía haber sacado todo lo que guardaba, y que ella no pudiera quererme, sólo por su miedo.
Me dolía su volatilidad, me dolía no saber si podía quererme tanto como lo hacía yo.
Intente guardar mis lágrimas, me sentía tan tonto, tan indefenso.
Porque nadie podía quererme como lo hacía yo?
Porque nadie podía sangrar por mi, como yo sangre por otras personas?.
Me cuesta aceptar que me había vuelto a ilusionar, después de tanto, y como siempre me salió mal.
Y ahora lo veo todo gris.
Duele
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